samedi 17 mars 2007

Vergüenzas ajenas

El ayuntamiento de Nueva York ha dictado una resolución contra el termino despectivo “nigger” (negrata) por encontrarle políticamente incorrecto. Lo curioso es que son los propios negros de los guetos los que normalmente se aplican la expresión.

Sucede un poco como en España que determinados insultos también son maneras simpáticas, como dijo Fernando Díaz-Plaja de rebajar un poco los meritos ajenos, pero en el fondo, elogiándolos. Nos estamos acostumbrando a un vocabulario escaso donde una expresión soez vale tanto para un roto que para un descosido. Y lo malo es que como dictasen una sentencia como en Estados Unidos y eliminaran las palabras malsonantes de nuestro léxico, más de uno iba a permanecer callado, sin saber expresarse.

Con mis respetos al tan premiado Camilo José Cela. Ya es bastante extensivo nuestro idioma, y apenas conocido (y muchísimo menos utilizado) por nosotros. ¿Para qué inventarse “Diccionarios secretos” con mil y una formas de llamar, por poner un ejemplo, a un descendiente de una tan honrosa trabajadora como la que más?, y encima explicar su evolución semántica.
Aunque el éxito, es evidente, se lo hemos garantizado, y por poner otro caso similar de los cientos que hay, “GH”, la audiencia, los lectores, ese "inmenso" público.

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