dimanche 25 mars 2007

De preguntas indiscretas

¿Te han preguntado alguna vez si eras feliz?.
En realidad es una pregunta tan afectuosa como impertinente. Lo primero, por el interés que puedan demostrar hacia ti. Impertinente, porque si contestabas sin hacer trampa, te obligas a desvelar tu escala de valores.
Eso si no partimos del supuesto según el cual es imposible que una persona cuerda sea feliz en un mundo tan desgraciado. Pero es tal el interés por la felicidad que en el fondo hemos de pensar que sí, que es posible.
He aquí algunas de las respuestas más originales sobre el tema:”El secreto de la felicidad reside en la gestión de las emociones”. Algo parecido a un “no hay felicidad sin control de uno mismo”. Otro recomienda “desear aquello que ya se tiene”, (no conformarse, que esa es ya muy oída).
El que aconseja combinar aquello que nos da placer con la necesidad de trabajar con un buen objetivo.
Una tranquilizante: “Es normal que nos cueste ser felices porque somos una de las primeras generaciones que se lo plantea. Hasta hace pocos siglos, una persona tenía una esperanza de vida justa para nacer, reproducirse, luchar para apenas sobrevivir y morir, y por lo tanto, no había demasiado tiempo para filosofías.
Como contestando al comentario anterior, hay un texto muy antiguo: Consejos para no perder la salud, que aparece en el libro del Eclesiástico, una especie de manual de autoayuda, que dice: "No te abandones a la tristeza y no te atormentes con cavilaciones. La alegría del corazón es la vida del hombre y alarga los días. Aleja de ti la tristeza, que la tristeza ha perdido a muchos y no hace bien. Los celos y la ira acortan los días. Y las preocupaciones hacen envejecer antes de tiempo".
Groucho Marx también metió baza: "La felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña casa, una pequeña fortuna...".
Lo dicho, es muy impertinente la pregunta, y el que está a tu lado y te quiere, ya sabe o intuye si eres un poquito feliz. Incluso te ayuda a conseguirlo.

1 commentaire:

Anonyme a dit…

A día de hoy puedo afirmar que eres mi mejor amiga femenina.