Ante todo, mi reconocimiento personal por él: reune las características y cualidades de un jefe de personal, optimizando el tiempo y sabiendo delegar y manejar a unos cuantos empleados, sus compañeros de trabajo. Amigo en teoría de todos, pero inflexible e impertérrito cuando ha tenido que decidir o simplemente ser portador de un finiquito de contrato. Y he sido testigo en más de una ocasión. Resumiendo: un “tipo duro”.
Nunca hubiera podido ser yo, quien diera esas tristes noticias a empleados, por poco tiempo que llevasen en la empresa, o mucho que se lo merecieran. Me faltaría valor, y antes intentaría defender su causa, probablemente injusta, a ser co-protagonista de tal situación.”Dicen” que soy demasiado sensible.
Hace pocos días, él nos comentaba lo buena que había sido la última película que vio. No era una de acción, terror, bélica, ni un solo “tiro”. Era una sencilla comedia romántica. De las catalogadas, por desgracia, para sensibleras y a veces, para sus acompañantes que van “a rastras” porque no tienen más remedio, (o ya se les agotaron los recursos y pretextos para evitar verla).
Hasta ahí todo normal. Lo sorprendente fue, cuando explicó lo mucho que le había emocionado, añadiendo:“Siempre se me olvida el pañuelo, suerte que mi mujer llevaba paquetes de kleanex en su bolso”.
Verdaderamente un ejemplar casi único, en peligro de extinción, y perdón por la comparación (odiosa ). Me di cuenta, sí, de que me gustan las personas, no que lloren, sino que sepan confesarlo con toda la naturalidad posible, sin perjuicios.
Aún ahora, escribiéndolo y recordando la conversación, se me escapa media sonrisa. Y mi reconocimiento para con él, es mayor.
2 commentaires:
BUen Blog y buena lectura!!!!!!
Gracias!!!
Saludos
Lacan Dropu
http://graciasporelrock.blogspot.com
http://elperiodistaurbano.blogspot.com
Coincido al 100%, un hombre que se anima a describir su sensibilidad vale su peso en oro.
Un abrazo.
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