Hoy mi ciudad huele a papel impreso y perfume de rosas. A besos olvidados y a “te quieros”, aunque muchos sean forzados. A senyeras en los balcones, a leyendas y tradiciones transmitidas por padres y abuelos a siguientes generaciones de mentes y miradas curiosas, escrutadoras. A multitudes en busca del autor favorito, y a colas para obtener de su pluma una reseña amable. A velas entre los platos, a sábanas un poco más arrugadas. A manos unidas, a intercambio de sonrisas.
Hoy mi ciudad, como muchas otras, impregna aromas de sentimientos y pasiones, de cultura y de palabras también escritas. Difícilmente encuentras a alguien desprovisto de una rosa o un libro con el que le obsequiaran.
Si sirve este día como pretexto para expresar una amistad o un cariño sincero, para iniciar a un pequeño a la lectura, para visitar a los más ancianos un tanto abandonados, o simplemente para zanjar alguna pequeña disputa o distancia entre nosotros, nos olvidaremos de aquellas partes negativas que también traen como valor añadido estos “días” señalados la típica y tópica siempre sociedad de consumo, e intentaremos crear más 23 de abriles: 365, si es un año bisiesto.
Para todos vosotros, una rosa. ¡Feliç día de Sant Jordi!.
1 commentaire:
Uma rosa para você também.
Abraços
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