mardi 27 janvier 2009

Contra la tristeza...























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“Si estás triste deberías probar a contar chimeneas.
Tus ojos tienen receptores fotosensibles especializados que envían sus impresiones sobre los niveles de luz a una glándula de tu cerebro llamada glándula pineal.
En la oscuridad la glándula pineal produce melatonina, una hormona que causa somnolencia. La luz del día inhibe su secreción.Elevando tu campo de visión a la altura de las chimeneas tu cuerpo será capaz de mejorar tu humor.”

Esta tarjeta es obra Alex Ostrowsky tal y como aparece en
su página, simplemente, ¡Genial!

El problema es... ¿dónde puedo encontrar chimeneas?

lundi 26 janvier 2009

Atchisss... ¡Jesús!

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Leyendo a Javier su entrada de hoy, no he podido evitar indagar del porqué de la costumbre de contestar con un ¡Jesús!, tras (como define él : "Un picor en las fosas nasales que provoca un pequeño vendaval de aire que aspiramos y expulsamos, acompañado de una cortina de saliva pulverizada, con cierta violencia") un estornudo.
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Según el tren de las palabras, nos tenemos que remontar al pontificado de Gregorio 1. En esta época hubo en Roma, concretamente en el año 591 una epidemia de peste en la que los afectados morían estornudando, de aquí procede el ¡Dios te bendiga!, que más tarde se simplificaría diciendo ¡Salud!, ¡Jesús! o expresiones semejantes.
Avicena, médico y filósofo persa (980-1037), al describir la sintomatología de una epidemia de viruela, decía que un estornudo continuado anuncia por lo general el principio de la enfermedad y, por lo tanto, cuando se oye estornudar a alguien se pide a Dios que aleje de él el peligro.
Para el erudito guipuzcoano Justo Gárate, la salutación tras el estornudo comenzó a utilizarse en África, en el siglo VI, con motivo de la aparición de una epidemia, y fueron los árabes los que propagaron por el mundo la costumbre de invocar a la divinidad.

¿Sabías que un estornudo puede alcanzar de promedio una velocidad de 160 km por hora?

Por cierto, ¡qué bien se queda uno tras el estornudo!

dimanche 25 janvier 2009

Sobre el tiempo perdido

...y sobre esos silencios que derrumban conciencias y desenmascaran con dureza la aparente felicidad y estabilidad de una sociedad que no admite, en el fondo, comportamientos en contra de lo establecido.

Philippe Claudel, ha conseguido pintar esta pequeña maravilla, que es “Hace mucho que te quiero” y sin menospreciar a Barbara, Jean Louis Aubert. borda esta melodía.

  • Dis, quand reviendras-tu,
  • Dis, au moins le sais-tu,
  • Que tout le temps qui passe,
  • Ne se rattrape guère,
  • Que tout le temps perdu,
  • Ne se rattrape plus

mercredi 21 janvier 2009

Citando citas

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No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.


J.Sabina

Heráclito

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Uno de sus textos dice: "Espera lo inesperado o no lo encontrarás, porque no deja rastro". Cada circunstancia accidental, por tanto, implica una oportunidad de encuentro, una invitación ( a una lectura por ejemplo).

Ideas previas todos tenemos, se llaman prejuicios. Deshacer esos prejuicios, es lo que constituye la cura de humildad: reconocerlos, identificarlos. En tal caso, como toda lección, nos enseña.

lundi 19 janvier 2009

8cho citas

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Encuentro:
Si el amor es la respuesta ¿cuál es la pregunta?

Enamorarse:
A partir de ahora todo es mejorar.

Citados:
Durante una cita los hombres se preguntan si habrá suerte, las mujeres ya lo saben.

Familia:
En una relación hay que luchar contra todo, excepto contra la familia.

Rutina:
El matrimonio es el primer paso hacia el divorcio.

Celos:
Recuerda: Siempre hubo algo antes que tú: su ex.
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Superación :
Lo que no podemos hacerlo solos, podemos hacerlo juntos.
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Reencuentro
Bien está lo que bien acaba.
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Una película más que recomendable, en clave de comedia, pero... escondiendo una agridulce realidad.
Donde uno puede incluso hacer el ridículo más espantoso con tal de dar buena imagen. Es capaz el amor hasta de enfrentarnos con pasados ya olvidados o tan recientes que su herida aún escuece.
Con dolor, esperanza, desconcierto, absurdos, surrealismos, situaciones patéticas también, y sobre todo defendiendo el amor como un noble impulso. Apostando por el humor, que suele ser una buena válvula para filtrar este tipo de reflexiones sin parecer trascendentes.
Pero que sí lo son.

jeudi 15 janvier 2009

Requiem por las palabras


Son las que dan forma a nuestros sentimientos más íntimos, definen nuestros propósitos, coronan nuestro logros personales, y son nuestra moneda en la comunicación. Mediante ellas nos conocemos, nos relacionamos, crecemos y maduramos: las palabras.

Por desgracia (desde incluso la imprenta), las nuevas técnicas de comunicación las han deteriorado. Ahora salen expelidas por dispositivos electrónicos a velocidad vertiginosa. Ya no es la reina de nuestras cavilaciones, su marcha no es tan lenta, y encontrar un espacio entre ellas, ese espacio mágico, a veces en forma de susurro, ha desaparecido.

Un minuto de silencio por aquellas, ya desaparecidas, palabras.

dimanche 11 janvier 2009

Quiero ser

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Tal vez sea influencia de la película de Michelle Pfeiffer y Bruce Willis, "Historia de lo nuestro", película en la cual trataban de buscar al final del día una alegría que les siguiera uniendo, que desde hace tiempo me gusta pensar al final del día en algo que me acontezca, por lo cual, yo siga luchando en ésta aventura que es vivir. Pues bien, la alegría de hoy, quizás la que me ha levantado una de mis mejores sonrisas desde hace tiempo, y me ha hecho pensar que hoy es un día fabuloso, se la debo a la persona que me hace creer en el verbo “poder”. Y de repente me encuentro con Amaia Montero, plagiando mis sentimientos y atreviéndose a cantarlos al viento. Robando mis emociones. Copiando mis pensamientos.
Gracias por dejarte querer.

Y gracias también a la personita genial que me brindó el placer de conocer la canción. Creo, Julio, que has pasado a ocupar un enorme rinconcito en mi corazón, uniendo tu querida Giralda, con mi Sagrada Familia.

mercredi 7 janvier 2009

Peregrinando

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Ahora sé que viví en un paraíso: mi pasado. Sé que fui expulsada de el sin haber cometido torpeza o pecado alguno. Y sé también que nunca habrá la mínima posibilidad de regreso.

No me siento, en absoluto, una fugitiva sino, en todo caso, peregrina que da vueltas, en espiral, con el radio creciendo un poco cada año, a ese tiempo cada vez un poco más mitificado.

Pero de tarde en tarde un recuerdo se impone y me retiene: un olor, un sabor, una música, un sueño... y tengo que batirme en retirada para no caer en una melancolía que es imposible compartir con los que me quieren y a los que, indudablemente, quiero.